domingo, 14 de noviembre de 2010

Teoría de la organización y análisis organizacional: hacia nuevos paradigmas

«...el mundo moderno es una jaula de hierro de
sistemas racionales de la que no hay salida...»
Max Weber



Partiendo de la idea de que un paradigma es una revolución en el pensamiento, una idea capaz de sustituir otra tornándola como punto de partida para el desarrollo de una ciencia, sociedad o incluso más ideas, entonces resulta evidente la necesidad de nuevos paradigmas capaces de transformar la ya tan tediosa y rutinaria forma de ver la ciencia, es necesaria una idea capaz de envolver las distintas ramas del saber incluidas las denominadas ciencias sociales, donde el paradigma actual parte del mecanicismo universal de Newton y pasa por Marx y Weber, siendo en palabras del autor «una ciencia hegemónica que enseña que el mundo es reductible a un orden universal de leyes concretas… desde esta visión todo puede ser interpretado simplistamente…»


Uno de estas nuevas corrientes ideológicas o paradigmas generales es la denominada Teoría del caos cuyos padres teóricas son Lorenz, Gleick, Prigogine-Stengers, Balndier, Cesarman y Rosenau, y plantea básicamente que existen mecanismos ya sean humanos o naturales que asemejarían orden, mas en realidad están sujetos al desorden, es decir el orden en su totalidad depende del caos.
El factor más conocido de la Teoría del caos es conocido como el efecto mariposa y plantea que un pequeño acontecimiento puede ocasionar grandes sucesos, por ejemplo que el aleteo de una mariposa en un lugar puede ocasionar un tsunami en otro debido al desorden establecido.
Sin embargo hay autores que proponen la existencia de la autoorganización como explicación a los procesos de orden-desorden y entran en la denominada teoría del anti-caos.

Por otro lado existe la teoría de la complejidad planteada por Edgar Morin, que establece que la realidad esta basada en el orden-desorden (complejidad), donde la organización busca acabar con el caos y producir orden asegurando así la diversidad y el mismo caos, siendo estos generadores de nuevos ordenes.

El último de los paradigmas a tratar es la conocida como teoría crítica de la racionalidad teleológica planteada por diversos autores, desde Jurgen Habermas hasta Luhmann.
Partiendo de la definición etimológica de teleología que quiere decir “doctrina de las causas finales” practicada por los escolásticos y resumida por Aristóteles con la frase «Nada en vano»; entonces se puede afirmar que los pensadores de esta teoría a criticar son diversos y clásicos también, como Marx, Kant, Hegel o Weber, que plantea la unión de la racionalidad con el dominio del saber mediante la aplicación de know how ‘s. Una racionalidad meramente instrumental con una meta claramente definida
Según Habermas la racionalidad individual termina con la racionalidad de los otros, y esta define la de los individuos.

He aquí en las ideas de Habermas, Luhmann y otros que se da el debate entre la modernidad y la posmodernidad, iniciando por el análisis de si es adecuado o no llamar a la posmodernidad de esa forma, puesto que si se tiene entendido que modernidad es lo nuevo y el prefijo pos significa después, como es que exista algo después de lo nuevo, al ser esto así, lo que otrora fuese nuevo se tornaría viejo y lo que venga después asumiría el espacio de la novedad.
En fin, problema en mi opinión simplemente de conceptos, considero yo la verdadera critica se encuentra según los posmodernos en la auto referencia del hombre racional, la importancia de la autonomía del sujeto, la destrucción de la idea de que el sujeto es la única fuente lingüística.

Básicamente el debate sobre la modernidad o la posmodernidad radica en la organización del hombre ya sea mediante la idea caótica del orden, la simplista de las leyes generales o la complejidad del orden-desorden, más siempre ha sido por este severo conflicto cuya influencia resulta drástica en todos los ámbitos de la humanidad: su organización.

La modernidad utilizó la racionalidad instrumental, combatiendo el caos y el desorden mediante técnicas y procesos específicos con metas alcanzables simplificando la complejidad existente.
Por otro lado, la posmodernidad trata de reconocer el valor del individuo en la sociedad y el papel que este juega dentro de la misma mediante el reconocimiento y adaptación de la complejidad en su naturaleza, tratando de convivir con ella logrando la adaptación.
Hablando ya estrictamente de las organizaciones en su naturaleza, es necesario reconocer la función del agency en su relación con la estructura, pues esta relación plegada de símbolos, patrones de lenguaje y comportamiento, creencias, ideologías y valores; resulta ser la base de la pirámide organizacional.
Giddens plantea que a pesar de ser el actor el creador de la estructura y por consiguiente su influencia directa, esta a su vez puede modificar los comportamientos de los actores afectando así en un ciclo a la estructura.

Finalmente tomando en cuenta que la estructura es la organización del agente partiendo de una visión condensado dentro del marco referencial de la administración pública, es posible concluir que si la sociedad se encuentra más sólida, por consiguiente su estructura u organización también será más sólida.
A su vez, a menor organización el tamaño del Estado como producto de la misma será extenso (en termina de dependencias, personal y dimensiones) mientras que a mayor organización el Estado podrá ser menor y por consiguiente funcionar mejor.

En fin, la discusión sobre la organización debido a su importancia dentro de la sociedad siempre existirá, un paradigma sustituirá a otro, y este ciclo será eterno siempre en la búsqueda del hombre por facilitar su existencia, su convivencia y sobre todo entender el orden o desorden natural de las cosas, entendiendo su papel dentro del mismo y su poder de influencia en su entorno.

Arellano Gault, David. Documento de trabajo 6. Teoría de la Organización y Análisis Organizacional: Hacia Nuevos paradigmas. Centro de Investigación y Docencia Económica.