martes, 2 de noviembre de 2010

La maldición de la risa

Un viejo hombre palidece todos los días a la misma hora y recupera su color por las noches cuando el búho ha dejado de cantar.
Su nombre es “El Mimo” aunque antes también se le conoció como Andrés Juárez, su edad es incalculable con el maquillaje y lacerante sin el. A dios se le olvido darle voz y por tanto el hombre nunca la conoció, sus ojos diurnos no conocen el llanto pues escurre el maquillaje y sus ojos nocturnos no conocen nada más que el dormir.

Su pelo es blanco y su andar es cansino, su boca es tan amplia que parece que siempre esta riendo y su tez es tan blanca como su maquillaje.
El Mimo ha trabajado en el mismo semáforo desde hace mas de quince años y en las calles desde hace treinta.

El Mimo conoció la avenida de los Insurgentes mucho antes de que siquiera tuviera nombre, conoció el rio Churubusco cuando todavía por el pasaba agua. El Mimo es el cronista de la Ciudad de México que Chava Flores se le olvido cantar.
La carencia del habla y de educación suponen imposible la comunicación con El Mimo pero sus habilidades tras el maquillaje hacen posible lo inimaginable.

El Mimo es el personaje de la avenida, es el que vigila al policía del semáforo y evita que le den mordidas, es el que ameniza a los conductores hartos del eterno y cotidiano trafico de la ciudad, es el amigo mudo de los microbuseros y taxistas de la zona y es el compañero de trabajo del hombre que vende dulces y cigarros, de la señora que renta niños para limosnear, del chavo que atiende el puesto de periódicos de su familia y el otrora licenciado que se vio obligado a vender tarjetas de celular. Es el hombre que aunque te resistas te sacara una sonrisa de tu boca pero que al entender su historia se convertirá en lagrima. Es el héroe que ha defendido la calle como a su propio hogar, corrió a los drogadictos que lavaban parabrisas y rescato a una jovencita que iban a violar.

El Mimo es el eterno recordado de una ciudad olvidada, es el hombre que esta tras el maquillaje que cuando se ve en el espejo no ve mas que llantos, es el hombre tenaz y persistente que sabes siempre estará allí, en el semáforo otorgando alegría al pueblo a pesar del dolor de su corazón. Es el hombre que abraza la maldición de la risa, que cuando la provocas no la puedes tener.
Hoy, por primera vez el Mimo no ha provocado risas, por lo contrario muchos al verlo han comenzado a llorar. El Mimo fue atropellado por un histérico conductor que no quiso esperar a que nuestro héroe terminara su show. Hoy el Mimo ha muerto y con él el silencio de Insurgentes y la gente que lo conoció ve su sonrisa marcada como símbolo de su dolor.
Mañana un nuevo personaje ocupara el lugar del Mimo y su fantasma será olvidado como lo hizo Dios, Chava y su ciudad.