miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ángel negro de la muerte

Siete años, doce días y algunas horas han pasado desde que Sofía Juárez Mendieta murió a causa de un cáncer en el esófago que la mato en vida desde algunos años antes.

Desde hace siete años, doce días y algunas horas Rebeca Mendieta, madre de Sofía piensa con alivio en el fin del sufrimiento de su hija mayor y el inicio del calvario excomulgador del suyo.

Desde hace cinco años, doce días y algunas horas Rebeca Mendieta se convirtió en el ángel negro de la noche, en la enfermera de la muerte y en la heroína de la vida.

align="justify">Después del necesario y confrontante año de luto que Rebeca paso tras la muerte de su hija, dedico cada instante de su amarga y solitaria vida a la auto tortura, aquella extraña necesidad del individuo por flagelar el ya maltratado cuerpo a través del eterno sufrimiento. Un año entero durmió por los días esperando soñar con su mal afortunada criatura y lloro por las noches ante la ausencia del sueño; un año entero lamento la muerte de su hija así como su vida, renegó su trabajo como enfermera y maldijo a la misma medicina; un año entero culpo de sus infortunios al destino, a Dios y sobre todo a ella misma, un año entero sufrió las inclemencias de la soledad, las fortunas de la desesperanza y las incongruencias de la humanidad.

Hoy Rebeca es aquel personaje que jamás quieres ver cerca pero cuando esta contigo la necesitas mas que a nadie. Es la persona capaz de hacer lo que ni Dios se ha atrevido y al Diablo se le ha olvidado. Es capaz de desafiar a la vida, burlarse de la muerte, escribir el destino y matar la esperanza. Es capaz de vivir con la conciencia de la muerte y morir en vida eternamente.

Hoy es un día mas de trabajo de Rebeca Mendieta: una familia cuya economía no le permite vivir esperanzada, su religión no le permite la desesperanza y la ley no le ofrece solución se ha comunicado con ella. Le han solicitado se presente en el cuarto piso del hospital general de la ciudad donde será escoltada al cuarto 422. Ahí vera a una pequeña de edad incalculable por la tortura de su letal enfermedad. El sufrimiento en sus ojos será tal que Rebeca el Ángel negro de la muerte cumplirá su misión y en unos segundos reescribirá el final de su paciente y de sus contratantes.

Sin embargo Rebeca aun no logra salvar su alma. Su oficio es la muerte de la gente en agonía mas su sufrimiento es tan inmortal que ni su suicidio la puede aliviar.